El Comienzo: Mis Primeros Pasos como Niñera

Cuando dejé mi hogar a los 18 años, lo único que sabía era que me encantaba trabajar con niños. Convertirme en niñera fue mi primer paso en el mundo profesional. En ese momento, no era nada glamoroso: ganaba muy poco, pero pronto entendí que cuidar niños no era solo un trabajo. Era una oportunidad para aprender disciplina, empatía y el arte de gestionar un hogar.

Aprendiendo a Través de Familias en Todo el Mundo

Mi trabajo me llevó por todo el mundo: Santiago de Chile, Nueva York, Madrid, Sevilla, Barcelona, Londres, Washington y las Islas del Canal. Cada ciudad me dio una nueva perspectiva. Cada familia me enseñó algo distinto: desde adaptarme a expectativas culturales, hasta equilibrar la confianza y la discreción, y siempre estar diez pasos adelante de lo que se necesitaba.

A través de estas experiencias aprendí a ser organizada, a leer situaciones sin palabras y a saber cuándo dar un paso al frente y cuándo permanecer invisible. Eran lecciones que ningún aula podía enseñarme, pero que se convirtieron en la base de mi carrera.

De Niñera de Alto Perfil a Asistente de Estilo de Vida

Lo que comenzó como cuidado infantil creció en algo mucho mayor. Pasé de ser una niñera común a convertirme en una niñera de alto perfil, en quien confiaban familias influyentes cuyas expectativas iban mucho más allá de la hora de juego.

Organicé agendas, manejé logística, coordiné mudanzas y aseguré la confidencialidad. Proporcioné la estabilidad que los niños y los padres necesitaban en vidas rápidas y exigentes. Esa responsabilidad me impulsó a evolucionar más allá del rol de cuidadora: me convertí en una confiable Asistente de Familias y Estilo de Vida de Lujo.

Glasgow: Un Nuevo Capítulo

Hoy estoy radicada en Glasgow, donde mi carrera alcanzó otro hito. Aquí fui confiada por una familia de alto perfil cuya fe en mí confirmó que cada lección aprendida a lo largo de los años tenía un valor real.

Glasgow me dio estabilidad y también la oportunidad de reconectarme con el mundo del fútbol, mientras seguía apoyando a familias y ejecutivos. Esta ha sido la última familia con niños pequeños con la que me comprometí, porque ahora mi enfoque está en construir mi propio camino: apoyar los estilos de vida y proyectos de mis clientes al más alto nivel, mientras valoro el privilegio de ver crecer a “mis” niños.

Lecciones que Dieron Forma a Mi Carrera

Mirando hacia atrás, comenzar como niñera fue la mejor escuela de formación que podría haber pedido. Me enseñó a anticipar, a adaptarme y, sobre todo, a generar confianza.

Hoy llevo esas lecciones a todo lo que hago como Asistente Personal de atletas, ejecutivos y familias internacionales. Mi historia es prueba de que la pasión, la dedicación y la resiliencia pueden transformar un comienzo sencillo en una carrera extraordinaria.

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