Cuando llegué por primera vez a Sevilla, trabajaba como niñera para un diputado andaluz. Pero, como alguien que siempre ha buscado oportunidades, pronto me encontré en el lugar correcto en el momento adecuado.
Fue en Sevilla donde conocí a José Antonio Reyes, el internacional español que en ese momento jugaba en el Arsenal. Aunque tristemente falleció en 2019, siempre lo recordaré como la primera persona que me dio un vistazo al mundo del fútbol profesional — un mundo que nunca hubiera imaginado que se convertiría en mi vocación. Esa experiencia marcó el inicio de mi carrera como Asistente Personal, apoyando a atletas y clientes de alto perfil con discreción, empatía y confianza.
Sevilla: Mi Primera Oportunidad
Sevilla fue la ciudad donde aprendí mis primeras lecciones en esta profesión. Lo que comenzó con tareas simples pronto se convirtió en la base de mi trabajo en el fútbol: apoyar a los jugadores, gestionar sus rutinas diarias y ser una presencia de confianza cuando la vida fuera del campo resultaba abrumadora. Sevilla también fue donde me di cuenta por primera vez de lo mucho que los atletas necesitan estabilidad y discreción en su vida personal.
Barcelona: Ampliando Mi Perspectiva
Mi siguiente paso fue Barcelona, donde tuve la oportunidad de conocer y trabajar con jugadores vinculados a clubes como el FC Barcelona y el Espanyol. En esta ciudad vibrante descubrí la complejidad del fútbol internacional — desde los intensos calendarios de entrenamientos hasta la presión de representar a algunos de los clubes más reconocidos del mundo.
Barcelona me enseñó que ser Asistente Personal en el fútbol no se trata solo de logística. Se trata de ayudar a los atletas y a sus familias a adaptarse a nuevos entornos, idiomas y culturas. Fue en Barcelona donde profundicé mi comprensión sobre el apoyo en reubicación y la gestión del estilo de vida para clientes de élite.
Londres: Un Centro Global
Más adelante, me mudé a Londres, uno de los centros más importantes del fútbol mundial. Allí me conecté con jugadores de clubes prestigiosos como el Chelsea, y amplié mi rol como Asistente Personal para clientes de alto perfil.
Londres me mostró que esta profesión requiere precisión, confidencialidad y la capacidad de anticipar cada detalle. Las exigencias de jugadores internacionales, ejecutivos y familias viviendo en una de las ciudades más dinámicas del mundo me impulsaron a crecer y volverme aún más adaptable.
Glasgow: Donde Estoy Hoy
Hoy estoy radicada en Glasgow, Escocia — una ciudad que me ha permitido expandir aún más mi carrera. Mi primer rol aquí fue apoyando a una familia de alto perfil, donde gestioné responsabilidades que requerían discreción, confianza y la capacidad de anticipar cada detalle.
Esa experiencia reforzó mi compromiso con la confidencialidad y me abrió la puerta para volver a colaborar con futbolistas, continuando el camino que había comenzado años atrás. Desde Glasgow, ahora trabajo tanto con atletas como con ejecutivos, así como con familias que requieren gestión de estilo de vida de lujo, apoyo en reubicación y completa discreción.
Lecciones en el Camino
Cada ciudad me moldeó de una manera diferente. Sevilla me dio mi primera oportunidad. Barcelona amplió mi perspectiva. Londres agudizó mi precisión y visión global. Y Glasgow es donde ahora reúno todo para brindar un apoyo de confianza a atletas, ejecutivos y familias.
Lo que comenzó años atrás con José Antonio Reyes ha crecido hasta convertirse en una carrera construida sobre la discreción, la empatía y la previsión. Mi historia es prueba de que, detrás de cada trayectoria profesional, siempre hay una primera oportunidad — y la mía empezó en Sevilla.